25 ensp 0183 ensp Aresti estaba habituado a visitar aquellos tugurios que ol 237 an a rancho agrio a humo y a 171 perro mojado 187 En la entrada de la casa estaba el fog 243 n con algo de loza vieja alineada en dos estantes Los tabiques de madera eran de un amarillo viscoso como si las tablas trasudasen de una pieza a otra la suciedad y la mugre de los habitantes